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El día que todo empezó

El Renacer

El aposento estaba escavado en la roca como el resto de la fortaleza, era sobrio, no había muestras del verdadero poder del personaje a quien pertenecía, Sir Esmund, el Gran Caballero del Albatros,  ni de su verdadera riqueza. Cualquiera que entrara en él podría confundirlo con una celda de cualquier monasterio si no fuera por los pocos pero robustos muebles de madera de Secolla, madera tan escasa en Ikeria que pocos sabrían distinguirla y menos aún podrían explicar que propiedades esconde.

Esmund cenaba con un joven escudero, Cardoman, su sobrino, con quien mantenía una conversación. La cena era frugal, una sopa caliente servida en unos platos de hueso de un color oscuro, que  despertaban el interés del joven escudero que los veía por primera vez. Este no osaría interrumpir a su tío para preguntarle por ellos. Menos en estos momentos en los que su perplejidad iba en aumento según Sir Esmund le explicaba por qué la destrucción material de prácticamente toda la Orden era algo previsto y que la haría renacer.

-Fue el día en que un grupo de maleantes acorralaron y arrojaron al Maestro de la Orden, Sir Benco, en el Barranco del Olvido, ese día el Alto Caballero Frerdorak reunió a ciertos Maestros, todos ellos dedicados normalmente a mantener el funcionamiento interno de la Orden, poco o nada conocidos en el reino. Frerdorark nos miró a todos y nos dejo asombrados con sus palabras:

– Los últimos acontecimientos, la muerte de Sir Becon, nos dejan en una posición muy complicada, como ya sabrán, tras la Guerra de la Búsqueda, la Orden se encargó de enterrar y hacer desaparecer todo aquello que mantuviera un lazo con los Caballeros del Relicario, sus tierras fueron entregadas a caballeros de la Orden, su riquezas trasladadas a la Fortaleza Oscura, y aquellos que quedaron fueron enviados al monasterio, donde la Oscuridad decidió su destino. Pero nuestros esfuerzos no fueron suficientes, en las montañas de Secolla, unos pocos supervivientes esquivaron nuestros intentos de apresarlos, y  desde otros reinos alejados recibían alguna vez ayuda. Hace poco descubrimos que mientras nos dedicábamos a construir un reino como ordena en sus escritos la Oscuridad, grupos que mantenían viva la creencias de Los Caballeros del Relicario, habían estado conviviendo entre el vulgo, preparando poco a poco un cambio en el ánimo de nuestros vasallos.

Miradas de asombro aparecieron entre nosotros, sobre todo en aquellos que desconocían ciertos detalles del plan de  la Oscuridad.

– No os preocupéis, el movimiento ha sido encontrado a tiempo y aunque mi encuentro con la Oscuridad está próximo he encontrado a aquel que me sustituirá y junto con ustedes continuará la labor que Sir Becon tenia encomendada. He decidido que el nieto del Antiguo Rey sea mi sucesor y que rija los designios de la Oscuridad sobre Ikenia.

Continuará…

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