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El tarot esa baraja de naipes con tanta interpretación

El Tarot

El tarot. Lo definimos como una baraja de naipes utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños, percepciones o estados emocionales que constituye, además, un tipo de cartomancia.

Sus orígenes datan al menos del siglo XIV. La técnica se basa en la selección de cartas de una baraja especial, que luego son interpretadas por un lector, según el orden o disposición en que han sido seleccionadas o repartidas. La baraja de tarot está compuesta por 78 cartas, divididas en arcanos mayores, los cuales son 22 y menores que son 56.

La palabra «arcano» proviene del latín arcanum, que significa ‘misterio’ o ‘secreto’.

Así nos podemos encontrar con algunas variaciones la definición del tarot.  Existen un sinfín de barajas ilustradas por multitud de artistas en las que siempre mantienen la inclusión de simbología: el Gringonneur ,  Yale, Colleoni,  Brera, Magtegna, Minchiate (Florencia), Etteila, Visconti-Sforza (siglo XV Bergamo), Marsella, Rider, Egipcio, Alquimístico, Gitano, París, Alemán, Clásico (1880 Piamonte, Italia), Dalí, Erótico de Lucca Raimondo de 2000, Del Toro, el Señor de los Anillos…

Esta simbología es variada y proviene de religiones, filosofías y culturas antiguas. Las cartas, además de una figura central, están rodeadas de símbolos: numerología, el significado de los colores, la lectura de los gestos y las posiciones de las figuras y los elementos.

Historia del tarot

Se suele instalar el origen del Tarot como tal en Italia en el siglo XIV en un juego de naipes, el Visconti-Sforza, se sabe que se inspiró en juegos parecidos que ya existían mucho antes: en China en el año 1120, un juego de cartas de marfil y el ajedrez; o en la India un juego de naipes adivinatorios. De Italia viajó a Francia y de ahí al resto de Europa.

Otros estudios optan por un origen diferente, aceptando que el Tarot fue introducido en Europa por los gitanos que provenían de Asia Central.  Oswald Wirth, erudito del tema del siglo XIX, decía que el Tarot es una obra de imaginería nacida en la Edad Media como fusión de varios símbolos y antiguas filosofías: los naibis, la numerología, la cábala y la simbología de la astrología.

En España, concretamente, debió llegar en el siglo XIV, ya que existe un libro del obispo Lope Berrientos, escrito en el siglo XV, en el que habla sobre él.

El tarot y la psicología

Carl Gustav Jung nos vinculó el tarot con la psicología. El psiquiatra suizo, además de crear la psicología analítica, nos dejó una visión que conectaba los arcanos mayores con los arquetipos.

Carl Gustav Jung definió a los arquetipos como los principios rectores fundamentales de la psique humana. Luego de analizar su propia vida, la de otras personas y manifestaciones del arte, los mitos y las religiones, Jung llegó a la conclusión de que los arquetipos son formas simbólicas innatas. Los arquetipos no son meros conceptos filosóficos.

Son fragmentos de la vida misma, imágenes que están conectadas al individuo a través de las emociones. Además, permiten darle sentido a la experiencia humana de acuerdo con ciertos patrones universales y atemporales.

Según Jung, interpretar lo que cada tirada tiene para decirnos es una forma de conocernos a nosotros mismos más en profundidad. Un viaje de introspección en el que, gracias a los arcanos mayores, se pueden identificar las angustias, complejos o represiones que nos atormentan.



El tarot en mi vida

Como llega cada uno y  el porqué es personal e intransferible, como cambias después de conocerlo también. En mi caso llegó cuando estaba estudiando en la facultad de Matemáticas de Sevilla en el pasado siglo, en unas fechas bastante icónicas en mi ciudad, 1992.

Tras observar a un conocido que comenzó a usar la baraja Rider para adivinar el futuro, algo me irritaba según lo observaba en el desarrollo de algunas tiradas. No me preguntéis el porqué, pero terminé adquiriendo una baraja del tarot de Marsella y el libro que explicaba su significado y como utilizar la misma. Tenía que demostrar como hacerlo correctamente…

Veinte años después, muchos libros leídos sobre el tema, bastantes tiradas de cartas a diferentes personas, continúo con un runrún interno que mantiene mi interés.  Este interés choca desde el primer día con mi sentido lógico y científico de la vida.

El caso es que incluso así la experiencia me ha demostrado que este sistema muchas veces, al menos en mi caso, me descubre cosas del pasado de las personas (algo que no me gusta y que hace que todavía me cueste echar ciertas tiradas) y en no pocas ocasiones posibilidades de situaciones futuras que se conforman ciertas tras cierto tiempo.

Siempre que uso alguna baraja, normalmente tras arduos esfuerzos para ello de parte de la persona interesada, uso un libro o dos como referencia y consulta. Esto se debe, al menos eso creo, a que mi parte lógica intenta aferrarse, a justificar que lo que cuento al interpretar las cartas es algo no inventado.

Aún no defino si es porque recuerdo aquellas tiradas que me molestaban o simplemente que necesito aferrarme a cierta lógica que enmascara ese conflicto sin solucionar.

A día de hoy he decidido enfrentarlo y escribir, documentar lo que voy leyendo y descubriendo del mismo y así comenzar a deshacer el conflicto que he ido aparcando.

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