Las miniaturas me llamaron la atención desde pequeño, los soldados de plomo, ejércitos pequeños colocados prontos a entablar batalla. Los veía en casa de un vecino y me quedaba horas mirándolos. A mis progenitores estas cosas no le hacían mucha gracia y por ello ahí quedo todo.
Ya en la facultad encontré de nuevo miniaturas, pero estas eran diferentes… Miniaturas de criaturas fantásticas, míticas, y mucho más…
Compraba una revista White Dwarf cuyas ilustraciones y explicaciones me iban enseñando sobre ellas, comencé a sentir predilección por algunas en particular. Los enanos y los Lobos Espaciales, poco a poco me conquistaron.
Pero seguía sin comprar o pintar ninguna, continuas mudanzas y poco espacio para vivir me indicaban que no era buena idea hacer acopio de material tan frágil.
Sin embargo sobre 2012 volví a establecerme en mi piso, por lo que consideré que este sí era un buen momento para entregarme a la colección y pintura de estas pequeñas obras de arte.
No fue algo que ocurriera de un momento a otro, tuvo su punto de inflexión en una conversación con unos amigos, donde me enseñaron fotografías de las miniaturas creadas por ªRU-MOR.
Ya en 2017 tras un tiempo donde mis actividades profesionales no me dejaron tiempo retomé la pintura con más ganas. En mi cuenta de Instagram podéis ver algunas de las que voy pintando.
